Es evidente el problema real que la Iglesia afronta frente a la proliferación de sectas que proclaman el falso dogma de la libertad en la interpretación de las escrituras, el cual es incompatible con la misma biblia.
"Solo la Biblia", "según me habla a mí" y "no hay autoridad sobre la biblia", son convenientes decisiones modernas útiles para justificar a toda iglesia naciente mas son argumentos cargados de increíble incoherencia pues en la práctica al momento de universalizarse, resulta que invalidan todas las interpretaciones menos la propia.
Argumentos bíblicos FALSOS fuera de contexto para sostener la "Sola Biblia":
Juan 5:39 "Escudriñad las Escrituras, porque á vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí."
- Ciertamente esta no es una cita que invite a la lectura de la biblia o la suficiencia de la misma. Es un regaño de Cristo a los fariseos que recitaban de memoria la escritura más no la ponían en práctica ni eran capaces de reconocerlo como el mesías (cf Juan 5:38-40). Sugiere todo lo opuesto: conocer la biblia pero ceguera para interpretarla.
2 Timoteo 3,16-17 Toda Escritura es dada por inspiración de Dios, y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
- La segunda carta a Timoteo fue escrita cuando la biblia no existía, el evangelio se transmitía oralmente y solo existían las escrituras del Antiguo Testamento (Septuaginta con los libros deuterocanónicos). Las cartas apostólicas son exhortaciones para las comunidades de aquel entonces, que luego serían extensivas para toda la cristiandad por su indiscutible valor. Absolutizar esta cita, descartaría al Nuevo Testamento dentro de esta utilidad o llamarla profética, permitiría la aceptación de la literatura gnóstica. Si atendemos bien este pasaje, vemos que NO DICE nada de solo la biblia, y solo rectifica a la escritura judía como un fundamento para entender y enseñar a Cristo.
1 Tesalonicenses 2:13; 2 Timoteo 3:16-17; Hebreos 3:7; Hebreos 10:15-17; Hebreos 4:12-13
- Estos pasajes tomados de la declaración doctrinal de BBN (buen referente para la doctrina evangélica) y otros, tienen la frase: "la palabra de Dios", más esta no indica la Biblia, sino a la eficacia de la voluntad de Dios y la verdad de la predicación apostólica. Ciertamente, toda la escritura ES palabra de Dios, más estos versículos no son indicativos para solo a la escritura.
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Ahora bien, la Iglesia Católica (y solo ella lo hace) afirma tener la autoridad de interpretación de la escritura pues defiende con argumentos sólidos ser la que transmite, por sucesión, la enseñanza apostólica. No proclama libertad de interpretación de la escrituras y esto SÍ es coherente con la palabra de Dios aunque a muchos cause disgusto:
2 Pedro 1,20-21 Pero ante todo sepan esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal, pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.
2 Pedro 3:16 Asimismo (Pablo) en todas sus cartas habla en ellas de esto; en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes e inestables tuercen, como también tuercen el resto de las Escrituras, para su propia perdición.
La Iglesia defiende, que además de la Sagrada Escritura existen otros 2 pilares para la Doctrina de la cristiandad, que además encuentran soporte en la biblia y que denuncian la falsedad de la Sola Biblia: El Magisterio y la Sagrada Tradición.
1. ESCRITURA :
- Toda Escritura es dada por inspiración de Dios, y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3,16-17)
2. TRADICIÓN:
- Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. (2 Timoteo 2,2)
- Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. (2 Tesalonisenses 2,15)
- Los alabo porque en todo se acuerdan de mí y guardan las tradiciones con firmeza, tal como yo se las entregué. (1 Corintios 11,2)
3. MAGISTERIO:
- Pues ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias. (Hechos 15,28)
- Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, (Hebreos 13,17)
- El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió. (Lucas 10,16)
- No ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. (Juan 17,20)
- Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y de la familia de Dios; edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, (Efesios 2,20)
- te escribo para que sepas cómo debe conducirse uno en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad. (1 Timoteo 3,15)
- Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica? ¿Y quiénes predicarán, si no se los envía? Como dice la Escritura: ¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias! (Romanos 10 14-15)
De tal modo pues que la escritura sin la debida predicación no es más que un libro que en ocasiones puede tornarse confuso. Ciertamente la Iglesia invita a la lectura de la biblia, y que sirva como inspiración, en un sentido motivacional, como un impulso al mejoramiento en la conducta y para el crecimiento personal, pero prohibe que esta sea utilizada para la formulación o sustentación de doctrinas o creencias particulares.
Es fe de la Iglesia, que bajo la autoridad de la misma en la cabeza del Sumo Pontífice y los sucesores de los apóstoles alcancemos todos la salvación y prestemos un mejor servicio a Dios impulsando la Iglesia Católica con sus sacramentos a la luz del evangelio.
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