domingo, 1 de julio de 2012

Cadenas Espirituales ¿Son conformes a la Fe Católica?

Un ejemplo típico de este tipo de prácticas es el siguiente, tomado de una red social, pero que igualmente puede recibirse por vía e-mail en powerpoint o en una hoja impresa bajo la puerta, acompañados o no con imagenes de María o de algún santo:
La imagen ha sido dividida en las 3 partes comunes a todas las expresiones de este tipo:
1. un contenido aparentemente religioso, que invita a orar o que habla del poder de Dios invitando a compartirlo reenviándolo a determinado número de personas.
2. un condicionamiento forzado que habla de una posible consecuencia negativa o enfado de Dios por no seguir la cadena
3. Una resultado favorable por el reenvío o la promesa del cumplimieto de un deseo, regularmente acompañada de un plazo para su cumplimiento por parte de Dios.

Esto se reune todo en un mismo contenido supersticioso en principo y dañino espiritualmente en contexto. La Iglesia Católica no aprueba este tipo de prácticas, supersticiosas y además contrarias a la voluntad de Dios y a las Sagradas Escrituras.

Básicamente todo se resume en 2 cosas: que a Dios no se le ponen plazos, ni este responde a las exigencias de los hombres, desconocedores de sus planes para con nosotros en su divina providencia y sabiduría.

Judit 8,11-13.15-17 Escúchenme, jefes de Betulia. No están bien las palabras que han pronunciado delante del pueblo, cuando incluso han jurado ante Dios que entregarían la ciudad a nuestros enemigos si en el plazo convenido el Señor no les enviaba socorro. ¿Quiénes son ustedes para poner a Dios a prueba? Ese no es el medio para atraer su misericordia; más bien sirve para provocar su ira. Si no quiere socorrernos en el plazo de cinco días, tiene poder para salvarnos en cualquier otro momento, como lo tiene para destruirnos en presencia de nuestros enemigos. Pero ustedes no exijan garantías a los designios del Señor, nuestro Dios, porque Dios no se somete a las amenazas como un hombre, ni se le impone decisión alguna, como a hijos de hombres. Más bien pidámosle que nos socorra mientras esperamos confiadamente que nos salve, y él escuchará nuestras súplicas, si le agrada hacerlo.

Hechos 1,7 Jesús les dijo: No os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad;
Es natural que dentro de nuestra oración personal pidamos por toda clase de bienestar corporal y espiritual, pero la oración según la metodología de las cadenas siempre sugiere que se haga de manera infalible la voluntad de los hombres deseando conseguir lo anhelado, de una manera eficaz y fácil, sin tratar de hacer la voluntad de Dios en el ejercicio de un discipulado activo.

Además del lenguaje de condicionamiento y de la asignación arbitraria de un número de destinatarios de un mensaje, el asunto de la amenaza por la no realización de una práctica intrascendente es inaceptable, pues sugiere sea tenido un temor a Dios, que no nace del amor ni del deseo de agradarle, sino uno infundado por solicitudes no hechas por Él sino hechas por hombres, que pretenden hablar en su nombre, pero que viven en desconocimiento absoluto de su misericordia y providencia.

No sigamos entonces estas cadenas, pues no son conformes a la fe que hemos recibido de Cristo.
Sigamos mejor en una vida de discipulado, en obediencia a los mandamientos, en fe, oración y en especial en el amor al prójimo.

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ATADURAS INTERGENERACIONALES. ¿Es Esto Doctrina Católica?

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